Fundamentalismo religioso
Caso:
El islam como religión que quiere unir a las personas
en el amor de dios, usando métodos guerreristas y contrarios a los derechos
humanos.
Conceptualización:
Siempre existirán temas que son difíciles de tratar, bien sea por su extensión o por la complejidad que encierran dentro de su existencia; siempre se nos ha dicho (por protocolo más que nada), que existen tres temas prohibidos:
- La religión.
- La política.
- El fútbol.
Sin embargo, más que un capricho, es necesario analizarlos con el fin de entender los fenómenos sociales, especialmente en nuestro siglo donde los polos parecen agudizarse y al ritmo de épocas pasadas; hablamos de nuevo como sectarios, en Colombia por ejemplo el Uribisimo y el Santismo, que Trump o que Putín, que Korea o Japón, el blanco o el negro, arriba o abajo; y este hecho aunque parece algo que pasa a segundo plano, se encarga de crear brechas cada vez más grandes entre los seres humanos.
No es fácil hablar de un tema que parece ajeno a nuestros día a día, por más guerras que veamos en la TV en las que se menciona a ISIS por ejemplo, nos encontramos con el fenómeno mencionado por López I. (2011), la masificación nos ha hecho seres fríos, intolerantes e insensibles curiosamente ante el otro.
En este sentido, sería ambicioso hablar de los orígenes de la Guerra Santa, remontarnos a hechos Bíblicos para explicar porque de lo que sucede hoy podría ser una salida fácil, pero entonces desviamos el objetivo que aquí nos reúne. ¿Cuál es la relación entre la guerra santa, el fundamentalismo religioso y la ética? ¿Qué dilema ética presupone predicar la religión con la guerra? ¿Cómo choca el fundamentalismo con nuestro siglo?
Los interrogantes anteriores pueden dar píe a una investigación extensa, pero pueden explicarse con calma, uno a uno así:
- Ética y fundamentalismo: Menciona Adela Cortina en su texto ¿Para qué sirve realmente la ética? (2014), que uno de los fines fundamentales de la ética es despertar el instinto biológico de protegernos unos a otros. Algo que entra en contravía si pensamos que gran parte de las explicaciones fundamentalistas exponen en primera medida que existen seres más importantes que otros y más aun, que es necesario "erradicar" a ellos de la tierra. A ello, el Islam, ha popularizado una frase: "Muerte al infiel".
Texto extraído del los hadices de Mahoma.
- Predicar la religión con la guerra, y las complicaciones éticas: La guerra es de por sí, un acto que va contra la ética, es la exposición de nuestra frustración para tolerar y conciliar. Aun, con los códigos de la guerra generados desde las dinastías japonesas, no existe excusa valida para explicar por qué los seres actuamos así. En este sentido, menciona A. Cortina (2014), que otro de los fines principales para de la ética, es conducir al hombre a la libertad, ergo a la felicidad.
Sería descabellado definir la felicidad, pero es claro que volver a las épocas radicales donde se mataba por una cruz o una media luna, no es la opción viable. Pensar en guerra es dejar de lado lo que nos hace humanos; ese poder de sacar adelante ideas maravillosas y explorar el mundo que nos rodea.
Como seres humanos hemos tardado siglos en construir grandes cosas, la biblioteca de Alejandría, las Torres Gemelas, el Califato de Córdoba, las grandes civilizaciones Mayas, Aztecas e Incas... todas finalizadas en segundos por actos de intolerancia que nos privan de la libertad del misticismo, de las otras formas de ver el mundo.
Incluso nuestra tierra, tiene marcadas las heridas del colonialismo y la inquisición, del puritanismo acomodado y más doloroso, de la indiferencia y de la segregación por el hecho de ver al otro de manera distinta.
1948 - Filosofa española.
- El fundamentalismo en nuestro siglo: Muchos expertos de la ciencia mencionan que estamos en una era de esplendor gracias a nuestros adelantos científicos, algo que es innegable; aun así, esta situación nos ha conducido a recrear momentos de violencia anomia (López, 2011), ¿por qué? Porque nos estamos olvidando del lado humano, esto sin embargo nos ha llevado al extremo, a creer que todo avance es malo y por ello encontramos comportamiento tales como rechazar las vacunas e incluso pensar que el computador es la encarnación del mismo Satanás.
Para finalizar esta fase de conceptualización, es necesario pensar que desde el curso de ética y más, desde la formación profesional, se deben crear espacios de reflexión y comunión entre los seres humanos, sin importar su pensamiento. Solo así entonces, podremos lograr que demos un cambio al mundo, donde la religión no sea un dogma destructivo, sino un puente para lograr la felicidad a base de la meditación y el encontrarse a si mismo, y no al otro en un campo de batalla.
Elaborado por:
Luis Carlos Botero.
Grupo: 242.
Referencias:
- López, I. (2011). ÉTICA URBANA. LA CONSTRUCCIÓN DE UN
ÊTHOS CIUDADANO. Escritos, 19(42), 123-142. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2162/openurl?sid=EBSCO%3aedb&genre=article&issn=01201263&ISBN=&volume=19&issue=42&date=20110101&spage=123&pages=123-142&title=Escritos&atitle=%C3%89TICA+URBANA.+LA+CONSTRUCCI%C3%93N+DE+UN+%C3%8ATHOS+CIUDADANO.&aulast=L%C3%B3pez%2c+Ignacio+Ren%C3%A9+Uribe&id=DOI%3a&site=ftf-live
- Cortina, A. (2013).
¿Para qué sirve realmente la ética? (Spanish). (2014). Recerca, 14. 143-148.
Recuperado de:
http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=hus&AN=95871178&lang=es&site=eds-live